TRATAMIENTO PARA LA
DEPENDENCIA EMOCIONAL
Muchas relaciones “tóxicas”, se basan más en la dependencia que en el cariño verdadero.
Cuando somos dependientes con respecto a alguien, nos invaden sentimientos de inseguridad, temor a perder a la otra persona o ser rechazados. Limitamos nuestra felicidad a lo que los demás nos den, olvidándonos de que somos personas valiosas capaces de defenderse a sí mismas.
La dependencia emocional se produce cuando no tienes responsabilidad completa sobre tus sentimientos. Tu autoestima y bienestar dependen de otros, normalmente de tu pareja.
La dependencia emocional es una adicción hacia otra persona, una necesidad desmesurada del otro, que conlleva a renunciar a la libertad personal para emprender un camino que conduce a una falsa felicidad.
En la base se encuentra un patrón de necesidades emocionales insatisfechas que la persona intenta cubrir estableciendo una relación de dependencia emocional. Como resultado, el dependiente emocional pone su relación con la otra persona por encima de todo, incluyendo a sí mismo. Esta persona no desea que nada se interponga en su relación, de forma que va abandonando paulatinamente sus aficiones y actividades diarias, para poder pasar cada vez más tiempo con el otro, hasta que llega a convertirse prácticamente en su sombra.
La persona que sufre una dependencia emocional busca la seguridad que le falta en el otro.
Signos de una posible dependencia emocional:
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Búsqueda continua de relaciones de pareja, planteándose la vida siempre al lado de alguien.
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Necesidad excesiva de la pareja, que te lleva a frecuentes contactos y a veces inapropiados como llamadas continuas al teléfono.
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Elección frecuente de parejas egoístas, presuntuosas y hostiles, a las que se idealiza con sobrevaloraciones constantes de sus cualidades o de su persona en general.
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Subordinación a la pareja como medio de contentarla, lo que facilita el desequilibrio entre ambos miembros de la relación.
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Prioridad de la relación de pareja sobre cualquier otra cosa, que puede ocasionar una desatención prolongada de aspectos importantes del sujeto como su familia, su trabajo o sus propias necesidades.
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Miedo atroz a la ruptura de la pareja aunque la relación sea desastrosa, con intento frenéticos de reanudarla si finalmente se rompe.
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Autoestima muy baja, con menosprecio de las cualidades personales o minusvaloración global del sujeto como persona.
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Miedo e intolerancia a la soledad.
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Necesidad excesiva de agradar a las personas con preocupaciones continuas sobre la propia apariencia física o sobre la impresión que ha generado en ellas.
En Sócrates Psicólogos Las Palmas encontrarás profesionales especializados que te ayudarán a comprender y superar esta etapa de tu vida.